En su libro: Piense y hágase rico, Napoleón Hill afirma que “nuestros pensamientos dominantes tienden a magnetizar nuestro cerebro y, por mecanismos que nadie conoce bien, actúan como imanes que atraen hacia nosotros las fuerzas, las personas y las circunstancias de la vida que armonizan con la naturaleza de dichos pensamientos”.
Lo único que el ser humano debe hacer para ver el mundo que quiere, es asegurarse que él piensa y actúa correctamente. Cuando cambia su manera de pensar respecto a sus circunstancias y a las demás personas, las circunstancias y la gente cambiarán respecto a él. Hay tres grandes lecciones que se desprenden de este principio:
1. Debido a la ley de la atracción sus pensamientos rápidamente se traducen en hábitos, y los hábitos se transforman en sus circunstancias. Y puesto que todo atrae su igual, los pensamientos de temor, duda e indecisión se cristalizan en hábitos que paralizan al ser humano y conducen al fracaso y la escasez.
Por otro lado, los pensamientos nobles de cualquier tipo se manifiestan en hábitos de prosperidad y bondad, y estos, a su vez, se tornan en felicidad y bienestar. Cuando albergamos en nuestra mente pensamientos de confianza y decisión, creamos hábitos de valor y coraje, que se traducen en éxito, plenitud y atraen la prosperidad perdurable y la riqueza verdadera a la vida de quien los alberga.
2. En general, cada pensamiento, bueno o malo, que albergamos en nuestra mente, produce su igual. Una persona no puede escoger directamente sus circunstancias, pero al elegir sus pensamientos, indirectamente las crea.
Todo lo que el ser humano logra, o deja de lograr, es resultado directo de sus pensamientos. La debilidad o fortaleza de cada persona, su condición de vida, su integridad o corrupción son suyas y de nadie más; emanan de adentro; ella misma las crea, y no otro, y sólo ella puede alterarlas.
Por tan razón, una persona fuerte no puede ayudar a una débil a menos que ésta desee ser ayudada. Y aun así, la débil debe hacerse fuerte por sí misma, con su propio esfuerzo, ya que nadie más que ella puede alterar su condición. Como el ser humano piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo.
Es común creer que la razón por la cual muchas personas viven en la pobreza, o bajo el yugo de la esclavitud, el abuso, o la discriminación es debido a la opresión de otros. Así que repudiemos a los opresores. Sin embargo, la ley de la atracción nos plantea que nadie puede hacernos sentir inferiores sin nuestro consentimiento.
3. El ser humano sólo puede elevarse y alcanzar el éxito, elevando sus pensamientos. Pero permanecerá débil, abatido y miserable si se niega a elevar su manera de pensar.
El universo no favorece al codicioso, al deshonesto o al vicioso, aunque aparentemente a veces parezca hacerlo. El universo ayuda al honesto, al generoso y al virtuoso. De hecho, debemos tener cuidado, porque podemos lograr gran éxito material y descender otra vez a la miseria si permitimos que los pensamientos arrogantes, egoístas y corruptos entren y encuentren cabida en nuestra mente.
El Tema del Mañanitis y posponer las cosas decido hacer ese cambio de hábitos y hacer todo en su momento. Y Decido tener Pensamientos de abundancia y de prosperidad por qué Todo lo q pienso se manifiesta en nuestros resultados. Muchas Gracias Doctor Camilo por toda esta enseñanza e información tan valiosa tuve el privilegio y la fortuna de estar en unos de sus entrenamientos en Cochabamba bolivia.
Cuanta verdad en cada tema y realmente nos acompaña tanto ese mañana y se nos va en meses y años, y la parte de los valores la honestidad indispensables para llegar al éxito y mantenerse.. DIOS ayúdanos a no postergar más nuestros sueños. Gracias Doctor Camilo, Bendiciones!!
Muchas gracias